Mallorca, 20-Septiembre-2011

Las embarcaciones nos han permitido surcar los mares, explorar nuevas tierras, escapar de la opresión e incluso encontrar la serenidad. Los barcos nos colocan dentro de un ambiente no natural y por ello nos requieren una intensa confianza. Esta total dependencia que depositamos en nuestras embarcaciones nos obliga a apreciar su diseño y su integridad. Un peritaje naval asegurará si una embarcación está en buen estado y confirmará si el inventario es suficiente para manejar las emergencias a bordo.

Es mucho más importante entender las probables causas de problemas y las zonas comunes donde se pueden originar, que listar problemas frecuentes ocurridos en un diseño naval dado. La mayoría de problemas en barcos se relacionan con la fatiga de materiales, corrosión, podredumbre (en embarcaciones de madera) y sobrecarga en zonas de concentración de tensiones.

Sobre la identificación de problemas, uno debe ponderar si el problema es serio y considerar la mejor manera de repararlo. Hay dos responsabilidades principales que el perito naval tiene con el cliente:

1.-Evaluar la integridad estructural del barco, y

2.-Evaluar el equipo de seguridad

Es un listado corto, pero debe estar siempre debemos tener presente que las grietas en un rincón de la fibra del sofá del salón, no deben desembocar en una separación del mamparo o en la pérdida de una quilla. Integridad estructural sea quizás una descripción corta, pero ello incluye todos los elementos que mantienen a flote sin peligro una embarcación, como el casco, cubierta, quilla, cuadernas, refuerzos, mamparos, bancada del motor, cadenotes, pies de mástiles, jarcia y todos los elementos que los mantienen unidos.

Los elementos de seguridad vienen normalmente impuestos por las regulaciones y normativas estatutarias, pero una corta lista de elementos críticos incluye bombas de sentina, sistema de combustible, y medios contraincendios. La habilidad de investigar en profundidad la integridad estructural y los elementos de seguridad es un requerimiento mínimo para un perito naval simplemente adecuado.

El peritaje naval no es una actividad glamurosa. Las contorsiones de cabeza dentro de sentinas malolientes y sumergir las manos inadvertidamente en montones de roedores en estado de descomposición es parte del negocio para BruMed Marine Surveyors. Sin embargo, un cariño hacia los barcos, un deseo de asegurar la seguridad de sus tripulaciones y pasajeros, junto con una integridad personal son suficientes ingredientes para motivar a los peritos en los desagradables y nunca visitados rincones de una embarcación. Algunas zonas serán enumeradas como “inaccesibles para inspeccionar”, pero esto es como una derrota para un perito y debe ser usado eventualmente. Desafortunadamente, incluso los peritos navales más cuidadosos no siempre pueden identificar y prevenir problemas relacionados con la fatiga de los materiales, grietas por corrosión, problemas metalúrgicos, y zonas sin acceso. Este tipo de problemas son de absoluta responsabilidad del diseñador del barco. El diseñador debe facilitar unos intervalos de mantenimiento preventivo programado, para todos los componentes críticos del barco. Esto puede basarse según el medio donde va a desarrollar la actividad el  barco (por ejemplo agua salada o agua dulce, embarcación de recreo, o embarcación profesional, etc.), pero es imposible para un perito o armador saber con fiabilidad cuando elementos como los pernos de la quilla, jarcia firme, pernos de unión casco/cubierta, o tornillos de bancada, necesitan ser sustituidos. Los intervalos de mantenimiento/sustitución para estos elementos están basados en análisis y pruebas de ingeniería y en datos experimentales, los cuales no son responsabilidad del perito naval.

Si proveer unas especificaciones de mantenimiento preventivo pobres, es una evasión de responsabilidad por parte del diseñador de la embarcación, es igualmente un error por parte del perito naval no sacar conclusiones acerca de la condición de un barco. Por ejemplo, la peritación puede registrar una larga lista de grietas en la cubierta, pero ¿se puede navegar con la cubierta en ese estado o no?. ¿Las reparaciones de esas grietas son necesarias, recomendadas o son daños cosméticos?. Esto es, el perito naval debe sacar conclusiones para su cliente. Algunas grietas, incluso algunas situadas en el gelcoat del casco no significan que el barco corra peligro de hundimiento. De la misma forma, un reluciente velero con una quilla mal atornillada y desalineada es un desastre en espera de ejecución. Se deben dar indicaciones detalladas prediciendo las cargas que serán soportadas por cada parte del barco. El diseñador y el perito naval deben tener en cuenta y anticiparse al uso que podría tener la embarcación, y tener en cuenta todas las variables y combinaciones que podría sufrir la misma durante su uso.

Una de las principales características de un perito naval es una autoconfianza en su conocimiento y experiencia tal que cuando revisa una embarcación, él puede estar seguro de que lo que escribe en su informe es objetivamente correcto. El trabajo del perito naval es revisar y reportar todo lo que ve cuando inspecciona un buque. Para hacer esto, una cualidad preliminar es la observación. Un buen perito naval a menudo mirará lo que generalmente parecería ser parte de un yate en aparente buen estado, pero algunos pequeños detalles, aparentemente insignificantes le alertaran que no es todo lo que parece ser a primera vista. A partir de aquí, empieza a ser importante la segunda mayor cualidad, la determinación. El perito de una manera terca y sistemática se dispone a descubrir lo que es erróneo.

Finalmente entra la tercera mayor cualidad, que es cuando el perito debe comunicar sus conclusiones al cliente, de una manera tal, que el cliente entienda completamente lo que ha encontrado el perito durante la inspección de la embarcación. Haciendo esto, el perito naval debe recordar que él es el experto y que su cliente podría no estar tan bien informado en terminología y jerga naval como el perito. Así que, el perito naval debe preparar su informe usando un lenguaje que sea apropiado para su cliente.

Todas estas cualidades deben sostenerse en conjunto con la honestidad y la integridad. Un perito es un experto independiente el cual frecuentemente trabaja lejos de su cliente. Por ello su cliente necesita una fe absoluta en que no solo el perito naval será diligente en la ejecución de su trabajo, sino que también comunicará sus conclusiones a su cliente de una manera precisa, exacta y honesta. Estos son los principios de BruMed Marine Surveyors!!